Síntesis de izquierda – pasajes del libro “Wobblies & Zapatistas”

Portada del libro Wobblies & Zapatistas

Introducción, redacción, y traducción por: Jason S-F, D.C. IWW

A lo largo de la historia antropogénica, lo relacionado con el ser humano, los eventos importantes en los que hubo una síntesis de ideas en la que se lleva al cabo la contínua lucha contra el Estado (en mayúscula) y el capitalismo tuvieron su forma através una unión entre izquierdistas: la Primera Internacional de trabajadorxs en 1866; la revolución rusa de febrero en 1917; los movimientos anti-capitalistas y anti-racistas de los mediados del siglo XX en los EEUU; y el movimiento Ocupa Wall Street del siglo XXI son solo algunos ejemplos de dicha unión que, apesar de tener alguna rupturas, ha persistido y sigue persistiendo. En los siguientes pasajes traducidos, véase una conversación entre Staughton Lynd y Andrej Grubacic, dos organizadores con mucha experiencia, que se publicó hace doce años en la que se destaca la importancia de dicha síntesis de izquierdistas. Aunque el libro entero sea de lectura obligada, recorté los pasajes que me resultaron salientes como una introducción al IWW, la cultura de solidaridad y la acción directa, la cual, esta última, se distingue como una táctica principal de funcionamiento de lxs Wobblies. El autor, yo, asume la responsabilidad de cualquier error o rareza en su síntesis que se encuentre en esta versión recortada.    

Experiencia à la Wobbly (pp. 15-18)

[Voz de Andrej Grubacic] 

Continuemos a explorar la historia de esta <<marca particular del socialismo>>; mantengo que la síntesis de Haymarket se mantuvo viva gracias a lxs trabajadorxs industriales del mundo (IWW), lxs Wobblies, a quienes ambxs lxs anarquistas y Marxistas reconocen como parte de ellxs y a quienes lxs respectadxs contemporánexs llaman <<leñadores bestias,>> o <<timber beasts>> en inglés, resucitaron la síntesis Haymarket*. Lo fascinante es que la organización IWW, a diferencia de muchos otros grupos y quizás gracias a esta síntesis, ha persistido y continuado en existencia. Los dos somos miembros o compañeros viajeros de lxs Wobblies. Eres, si me permites ponerlo así, un gurú en cuanto a la nueva IWW. ¿Cómo se puede explicar la resurrección del interés en la IWW? ¿Qué es lo que tiene la experiencia Wobbly, y en esta cultura de solidaridad particular, que hace que el idealismo de Un Sólo Gran Sindicato [One Big Union] vuelva a ser atractivo, o siga atrayendo a lxs jóvenes activxs en, entre muchos otros ejemplos, la campaña de Starbucks?

Trabajadorxs de Starbucks en Grand Rapids con el SWU IWW

[Voz de Staughton Lynd]

  A todxs lxs radicales estadounidenses les encantan la IWW y lxs Wobblies. Al final y a cabo lxs Wobblies eran lxs zapatistas de antaño.

Lxs Wobblies nacieron en el 1905 como un ensamblaje heterogéneo de radicales que opusieron el gremialismo de la Federación Estadounidense del Trabajo [American Federation of Labor]. La idea era en el mismo taller si hubiera más de un sindicato contratado los otros sindicatos se prohibieran hacer huelga cuando un sindicato convocara una huelga. De este modo, en práctica la AFL era <<la Separación Estadounidense del Trabajo>> según la IWW.

El preámbulo de la constitución de la IWW, reproducida mensualmente en cada publicación del periódico Trabajadorx Industrial, declara en parte que la clase trabajadora tiene que <<tomar posesión de los medios de producción [y] abolir el sistema de paga.>> Estos son objetivos tradicionales de lxs socialistas.

Pero lxs anarquistas eran fuertes o aún más fuertes, y la clase trabajadora tiene que organizarse de una manera en que, según el preámbulo, cuando se haga huelga o cierre que afecta a un grupo de trabajadorxs que <<todxs lxs miembrxs de cualquier industria o todas las industrias si es necesario>> puedan hacer huelga juntxs. Recordando a lxs anarquistas Haymarket, el preámbulo observó que así lxs trabajadorxs pudieran declara <<una herida a unx es una herida a todxs.>>

Al organizar industrialmente, concluyó el manifiesto, <<estamos formando la estructura de una nueva sociedad dentro de la cáscara de la antigua.>>

La cultura de solidaridad

Mural por R. Fasanella “La gran huelga” Lawrence 1912

Se constituyeron una gran variedad de trabajadorxs el <<un sólo gran sindicato>> de lxs wobblies. Se organizaron minerxs de metal en la Federación Oeste de lxs Minerxs y era el mayor gremio que formaba parte de la IWW y pronto se retiró, dejando atrás el organizador más famoso de lxs Wobblies, <<Big Bill>> Haywood. En la IWW, existía trabajadorxs inmigrantes como lxs trabajadorxs de la industria textil en Lawrence, Massachusetts que ganaron la famosa huelga de 1912 llamada <<para pan y rosas.>> Había trabajadorxs en la industria de madera en el noroeste de los EEUU que vivieron en campos de explotación forestal aislados y a quienes lxs respetadxs ciudadanxs llamaron lxs <<lleñadores bestias.>> Había trabajadorxs agrícola que siguieron a las cosechas del sur al norte, subiendo ilegalmente a los carros de los ferrocarriles como medio de transporte. En los embarcaderos de Filadelfia y en los pinares del Sur [de los EEUU] donde la gente taló madera de coníferas, tanto gente de <<raza>> blanca como la negra trabajaron juntas en una igualdad totalmente extraordinaria en un época de segregación y multitudes violentos que andaban linchando a la gente de raza negra.

Como se esperaba, a gente cuya vida era muy diferente de varias maneras le costaba tomar decisiones junta. Hubo conflictos sobre estrategias, luchas sobre el papel apropiado de una oficina central, desacuerdo en cuanto a apoyar al partido socialista o no, y rupturas y defecciones. 

Además, a lo largo y después de la primera guerra mundial fue reprimida sin piedad la IWW. Caparon y lincharon a Frank Little e incriminaron por asesinato y fusilaron a Joe Hill en Utah. Declararon culpables de sedición y metieron presxs a docenas de organizadorxs de larga duración. La organización apenas pudo sobrevivir en los primeros años de la década 1920.

Lo que es más milagroso, por lo tanto, es esta cultura innovadora, llamativa y sólida de solidaridad que creyó y regaló a nosotrxs aquella banda de rebeldes.

Otra vez con lxs anarquistas de Haymarket, el principio central era el de la acción directa. Lxs leñadorxs, ansiosxs por poner un límite por lo duro que era el trabajo, simplemente pusieron fin a su trabajo matador marchándose al llegar a trabajar ocho horas. (En su panfleto sobre la revolución del 1905, describe Rosa Luxemburgo a lxs trabajadorxs rusxs que llevaron a cabo el mismo acto rebelde.) En un taller de metal en Schenectady, Nueva York, lxs trabajadorxes de metal inventaron la idea de sentarse al pie de las máquinas que operaron y nada más ocupar el lugar de trabajo en vez de poner fin al trabajo marchándose del taller de torno y hacer piquete. (Cientxs de trabajadorxs en los 1930 formaron parte de huelgas de brazos caídos, la más famosa siendo la del complejo General Motors en Flint, Michigan del año 1937.) Los pueblos y las ciudades del Oeste de los EEUU eran famosos por prohibir la expresión libre, entonces, al saber de aquella situación lxs wobblies se juntaron en asambleas de toda la región y llenaron las cárceles hasta convertirse en un gasto tan prohibitivo que la patriarca de la comunidad, fastidiada, lxs libereró y permitió dar sus discursos en las plazas.

Ocupaciones de restaurantes de comida por SNCC para protestar discriminación racial 1960

Lxs lectorxs mayores recordieran el estilo del Comité Coordinador Estudiantil No Violento [Student Nonviolent Coordinating Committee] (SNCC, pronunciado snick en inglés) de los 1960. No me acuerdo de un miembro del personal del SNCC que refiera a lxs wobblies, pero de verdad era un tipo de Segunda Venida: el mismo mono azul del que viene el nombre obrerx de cuello azul; la misma disposición indomable de sentarse en la parte delantera de los autobuses (en tiempos de segregación por color de piel); o <<marcharse hacia la corte>> para registrarse como electorx inscritx (lo cual era un acto valiente en aquellos tiempos para personas de raza negra); el mismo sentido de unidad con gente del mundo entero luchando para su libertad. 

…           

*La síntesis Haymarket, según Andrej Grubacic, es una experiencia de lucha y acompañamiento que une las tradiciones del anarquismo y el Marxismo. (p. 11)

 

La acción directa y el acompañamiento (pp. 34-36)

[Voz de Andrej Grubacic] 

Mencionas el acompañamiento y ya hemos conversado unas cuantas veces sobre la acción directa. Propongo que usemos estos dos conceptos para señalar un camino posible hacia una síntesis anárquica-Marxista. Uno de mis ensayos preferidos tuyos es del 1963 sobre el radical admirable Henry David Thoreau otra figura más, con mucha razón, a la que lxs anarquistas y Marxistas ven como parte de su propia tradición. En el ensayo que menciono indicaste que lo que era central para Thoreau no era ‘germinar porotos’ sino la noción de la acción directa. Entendido como un imperativo que unx practica lo que unx predica, o como una manera de enfrentarse activamente con el mundo para provocar cambio de cualquier manera en el que el modo y el fin se hacen indistinguibles, la acción directa es un rasgo distintivo del nuevo anarquismo. Abordemos la cuestión de la relación entre la acción directa y la teoría, y el acompañamiento, como una forma de praxis y ayuda mutua. 

Mural de Solidarność de Polonia

 

[Voz de Staughton Lynd]

El significado de la acción directa es obvio. Se describe bien en una cita que hago en mi ensayo de Thoreau que mencionaste en la pregunta. Aquí hay otras tres versiones de una definición. En la tradición judía, la pregunta se hace así: Si no ahora, entonces cuando? Si no yo, entonces quién? Adam Michnick, el filósofo de Solidarność en Polonia, ha dicho:

Empieza a hacer las cosas que piensas que deben de ser hechas. 
Empieza a ser lo que piensas que la sociedad debe de hacerse.
¿Crees en la libertad de expresión? Pues, habla libremente.
¿Amas la verdad? Pues, dila.
¿Crees en una sociedad abierta? Pues, actua al aire libre.
¿Crees en una sociedad decente y humanitaria? Pues, pórtate decentemente y humanitariamente.

Un último ejemplo viene del ensayo de mi nieta sobre Burma.

Hay cosas que se pueden llevar a cabo aparte del piquete a la calle. Hannah Beech ha informado que en Yangon [Rangún] lxs residentes se formaron parte de una demostración ruidosa a las 7:02, 8:01, y 9 horas todas las noches en que lxs manifestantes lanzaron un cacerolazo, golpeando cacerolas, ollas u otros utensilios para expresar su descontento hacia el régimen y su número de la suerte, la nueve, lo que era el sumo de las horas y los minutos [7 más 2, 8 más 1, 9]. Recientemente, lxs que viven en Yangon han lanzado la ciudad a un apagón cada noche, apagando la luz y la tele a las 20 horas, hora del boletín de noticias del gobierno. 

Lxs anarquistas necesitan al marxismo

[Voz de Staughton Lynd]

También estoy de acuerdo contigo en esperar distanciarme de la teoría “alta” reciente de izquierda; me opongo porque 1: es ininteligible y 2: se produce por parte de personas que falta una relación discernible a la práctica. 

Sin embargo, estoy convencido de que lxs anarquistas necesitan al marxismo; me dejas explicarme. 

Fui parte de un movimiento en el que lxs participantes faltaban estrategías por conseso de cómo íbamos a llegar al mundo mejor que todxs deseábamos, mezclaban actos políticos con estilos de vida alternativos, fácilmente se desanimaban al no conseguir la victorias de manera rápida y, en su frustración, a veces recurrían a la violencia sin sentido; fue el movimiento de los años 60 en los EEUU.

Veo que el nuevo anarquismo como un movimiento bastante semejante en el que unos indivíduos con buena intenciones van a la deriva en un mar de idealismo vago sin el menor concepto de cómo llegar desde aquí hasta allá, y cuando la gente vuelve a su casa después de asisitir a demostraciones apocolípticas no tienen la menor noción de cómo convertir esa energía en organización cotidiana hasta la próxima manifestación.

Para muchxs, Rosa Luxeburgo y Karl Liebknect representan un camino alternativo de marxismo.

Me parece a mí que la crítica del <<socialismo utópico>> expresada por Marx y Engels se aplica con semejante fuerza a lxs anarquistas de hoy en día. Quieren algo mejor, algo cualitativamente diferente. Pero, no saben manifestarlo; pequeños experimentos prefigurativos innumerables se lanzan dentro de la barriga de la bestia capitalista y la mayoría fracasan, y los que sobreviven tienden a transformarse en réplicas de lo que al principio se opusieron.

Queiro dejar claro que no estoy a favor del <<socialismo científico>> como solución a todos los problemas; me opongo del leninismo marxismo y del stalinismo. Estoy claramente consciente de la personalidad autoritaria de Marx y de su anhelo por controlar. Sin embargo, la teoría general de los conflictos sociales expresada en el Manifesto comunista y la teoría del desarrollo capital presentado en Capital me parecen fundamentalmente correctas. Asimismo, como comparto la crítica del leninismo de Luxemburgo creo que el análisis de Lenin del imperialismo es también de forma básica la verdad.

banderas rojas y negras en Paris, mayo 1968

Hay también otro aspecto por el cual insisto en que lxs anarquistas necesitan al marxismo y es porque pienso que hace falta tomarlo al serio el hecho de que la mayoría de la humanidad se encuentra en una situación económica de sobreviviencia que se diferencia de la de lxs estudiantes y lxs intelecuales que muchas son o independientes económicamente o viven de sus padres.

Esto me hizo entrar a la cabeza cuando era estudiante graduado en historia al investigar a lxs aparcerxs y artesanxs durante el período de la revolución estadounidense; la mayoría de mis colegas de izquierda buscó ver la historia de  <<base popular>> enfocándose en la ideología de dichos grupos. Pero, encontré algo al contrario. El hecho de estar a favor de la revolución unx aparcerx de la valle de río Hudson en Nueva York dependía en la política de su propietarix: a lo que apoyaba su propietarix lxs aparcerxs se opusieron con la esperanza de que si el partido político de lxs propietarixs perdiera lxs aparcerxs talvez se hicieran dueñxs de sus parcelas. Similarmente, lxs artesanxs antes y después de la guerra revolucionaria estaban a favor de cualquier partido político que opusiera efectivamente la importación de fabricación británica: incluso lxs hijxs de la libertad en 1763-1776 y lxs federalistas como Alexander Hamilton que quería un gobierno nacional con aranceles fuertes en 1787-1788.

Ni era nada innoble querer ser dueñx de la parcela en la que unx aparecerx laboraba, ni querer preservar el sustento de unx artesanx que hacía zapatos, gorros, clavos, velas, cuerdo, o barriles. Pero, es necesario reconocer la preocupación por la sobreviviencia económica que impulsaron a lxs protagonistas, y, comprensiblemente, el marxismo parecía hacerlo más que el anarquismo.

¿Hay algo que requiere que rechazamos el proyecto de combinar lo mejor del anarquismo y el marxismo? ¿Hace falta repetir las interminables riñas que tuvieron lugar dentro de la Primera Interacional de trabajadorxs? Deberíamos recordar que cuando lxs anarquistas lanzaron la Comuna de París, lxs defendió Marx, asimismo, cuando lxs anarquistas y lxs revoluncionarixs sociales de Rusia se preguntaron si se podía circunvalar esa fase capitalista del desarrollo económico fue Marx que tomó en serio la cuestión. Hay bastante verdad en la noción expresada por Marx si mismo que él mismo era más flexible que sus seguidores y en ese sentido no fue marxista Marx.  

 

Trabajadores Industriales del Mundo: somos un sindicato abierto a todes les trabajadores, en todas partes. Nos organizamos en el trabajo y en nuestras industrias. Luchamos por mejores condiciones y para reemplazar el capitalismo con una democracia económica.

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