Luchando contra el sexismo: Coordinadora Rojinegra en 8M 2020

¡Luchando contra el sexismo, en todos los lugares, todos lo días y de todas las maneras!

Declaración del día internacional de la mujer trabajadora por la Coordinadora Rojinegra, compuesta por los sindicatos revolucionarios:

USI (Italia), ESE (Grecia), Solidaridad Obrera y CGT (España), CNT-f (Francia), SAC Syndikalisterna (Suecia), Iniciativa de Trabajadores – IP (Polonia)

 

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Este año, el Día Internacional de Lucha por los Derechos de las Mujeres y las Minorías de Género será un domingo. Y por esta razón, la huelga feminista internacional del 8 de marzo, para denunciar el patriarcado y su violencia, no se verá ni se escuchará tan claramente como en años anteriores.

En 2017 se inició un proceso de luchas feministas en Argentina, que llamaban a la acción. Su novedoso llamamiento a una huelga mundial estableció un precedente que ha continuado hasta hoy. Sobre todo, mostró a la sociedad que cuando las mujeres dejan de trabajar, el mundo deja de girar.

Se tomó la decisión, no sólo de parar de hacer las tareas domésticas y las compras -para que nadie comprara nada ese día- sino también, para detener las clases y, sobre todo, para detener el trabajo remunerado, ya que el trabajo es el lugar donde las desigualdades económicas son más evidentes.

A partir de entonces, cada 8 de marzo, las mujeres han sido vistas principalmente en las calles de pueblos y ciudades de todo el mundo, manifestándose en un vasto movimiento feminista contra el régimen capitalista y patriarcal.

¡Sí! La emblemática fecha este año cae en domingo, pero eso no es razón para cancelar la huelga. ¡Al contrario! Más allá de la realidad de todo el trabajo invisible y poco gratificante que las mujeres hacen en casa, somos quienes soportamos la mayor parte del trabajo dominical y festivo a tiempo parcial y en horarios de trabajo flexibles, ya sea en restaurantes, limpieza, hoteles, profesionales de ayuda a domicilio, en el cuidado de la salud, residencias de ancianos o como cajeras supermercados.

A nivel internacional, las mujeres representan el 70% del personal del sector de la salud (1). Cuatro veces más mujeres que hombres trabajan a tiempo parcial (2), lo que significa que en promedio nuestros salarios son un 16% más bajos que el salario promedio de los hombres (3). Esta discriminación también nos afecta más adelante en la vida cuando se trata de calcular nuestras pensiones que, como resultado, son considerablemente más bajas que las de los hombres. Además, somos nosotras los que perdemos nuestros trabajos cuando anunciamos nuestros embarazos a nuestros jefes o cuando nacen nuestros bebés, por no hablar de las enfermedades que en el lugar de trabajo sólo afectan a las mujeres, de las cuales nadie parece preocuparse.

¡Luchando contra el sexismo, en todos los lugares, todos lo días y de todas las maneras!

Muchas de la gran mayoría de las mujeres trabajadoras, que lo hacen los domingos o los festivos, no tienen ninguna ayuda cuando se trata de cuidar a los niños o mayores a nuestro cuidado. En pocas palabras, somos las más expuestos a unas condiciones de trabajo precarias.

Por estas razones, creemos que este domingo, 8 de marzo, debería proporcionar la oportunidad de poner manifiesto la invisibilidad social y profesional a la que las mujeres han sido relegadas. No es suficiente para el mundo y para nuestra sociedad un día de lucha donde las mujeres no se encargar de los cuidados, de la lavandería, la limpieza o la cocina. “Tómate
un descanso, querida. Mañana puedes barrer”.

No!

La huelga es una revuelta contra el orden social y económico. La lucha y la huelga permite a los trabajadores retomar el control de nuestras vidas y hacernos oír. Es una forma de dar visibilidad a las personas arrojadas a las sombras por el capitalismo.

Rechazamos la idea de que el 8 de marzo se limite una vez más a la privacidad de nuestros hogares. Esto simplemente encubriría la realidad de lo que están pasando las trabajadoras.

Por supuesto, no negamos la importancia del sexismo en el contexto de la familia y en el matrimonio con sus desigualdades en lo que respecta a la carga de las tareas domésticas y la obligación de ajustarse a la heteronormatividad. Sin embargo, creemos que estas desigualdades deben estar expuestas en las calles, ya que las injusticias están en vigor por el sistema económico, ideológico y social en su conjunto. El sistema capitalista, a medida que destruye el medio ambiente, nuestros medios de vida y nuestras bases de poder, nos está cerrando dentro de un círculo de sumisión económica y tecnológica.

Una acción de huelga generalizada y generalizada el 8 de marzo (4) reafirmaría nuestra lucha por demostrar que el lugar de una mujer ya no está en casa, sino que, por el contrario, a partir de ahora, debe estar en la opinión pública, en las calles donde se combate la doble explotación de la que sufrimos en el contexto de una sociedad que es a la vez capitalista y
patriarcal -capitalista porque es patriarcal.

Este año, ayuda a establecer servicios de guardería autogestionados para que todas las mujeres, ya sean nacionales o refugiadas, ¡puedan unirse a la manifestación! ¡No imagines por un solo momento que el 8 de marzo será una simple huelga de fregonas en el suelo de la cocina! Recuerde: ¡si las mujeres dejan de trabajar, el mundo se para!

 

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(1) Género e igualdad en la fuerza laboral, Análisis de 104 países, OSM, Marzo 2019
(2) Diferencias de género en el empleo a tiempo parcial, OECD, 2018
(3) Brecha de género en los salarios, Eurostat, 2017
(4) Nada nos impide llamar enfermos el 8 de marzo o continuar la huelga el 9 de marzo!