Vivimos en momentos difíciles, momentos de lucha y de privación. La clase empleadora posee más riqueza y poder que nunca, y la división entre los obreros y nuestros opresores se pone más ancho cada día.
Hace falta recordar que no hay nada nuevo en eso. Desde el nacimiento del capitalismo, la patronal ha perseguido una guerra contra la clase obrera. Nosotros, l@s obrer@s del mundo, seguimos siendo explotados y abusados, y el valor de nuestro trabajo siempre cae en las bolsas de la patronal. A la vez que amasa beneficios sin precedente, la patronal sigue dañando nuestro planeta por la extracción insostenible e irresponsable de los recursos naturales. Eses buitres te dicen que las desilusiones, los fracasos, y las privaciones que sufres son por culpa de otr@s obrer@s. Personas de otras razas, otras nacionalidades, otras religiones. “Échales la culpa a los inmigrantes,” dicen. “A los negros y a los latinos,” dicen. A la vez que luchamos entre nosotr@s mism@s, la patronal fiesta en sus salas doradas, brindando por la división de la clase obrera.
Much@s obrer@s trataron de localizar esperanza en el sistema electoral ese año, confidentes que ganarían la razón y la compasión. Much@s otr@s se motivaron por la intolerancia. El sistema electoral se diseñó para silenciar a la clase obrera entera, tomando sus esperanzas y deseos como meras sugerencias más bien que reivindicaciones concretas. Los sindicatos, que deben luchar por la clase obrera entera, impulsaron que la gente confíe en la votación para derrocar a la intolerancia – y ahora dicen que están “listos para colaborar” con los que fomentan la intolerancia y la división. Sin duda, estás con desilusión, con miedo, con rabia, y estás list@ para considerar maneras diferentes de luchar contra nuestros opresores.
Te invitamos desde la IWW (Trabajadores Industriales del Mundo – Industrial Workers of the World) a colaborar en la creación de un nuevo movimiento obrero, el cual romperá con las reglas de la patronal. No más vamos dejarla dividirnos por las líneas artificiales de raza, de género, de orientación sexual, de nacionalidad, ni de religión. Am@s de casa, prisioneros, trabajadores de fábrica y de oficina, somos todos la clase obrera, y es nuestro labor que produce cada riqueza. Unidos podemos desafiar a la clase dominante, pero esa unidad ha de empezar en primer lugar con defender a l@s más oprimid@s y vulnerables entre nosotr@s, ya que “la herida de un@ es la herida de tod@s.” Es evidente que hay gran corriente de intolerancia entre la clase obrera en los EEUU, y prometemos confrontar esa intolerancia directamente con la manera en que organizamos. Creemos que podemos convencer a los obreros a rechazar la intolerancia si mostramos que tenemos un plan para ganar un mundo mejor. Hace falta trabajar para la formación de un mundo nuevo dentro de la cáscara del antiguo, y la única manera para formarlo es organizar en nuestros sitios de trabajo y en nuestras comunidades.
La IWW se ha ocupado en organizar a la clase obrera hace más que 110 años, y tenemos un porvenir luminoso como sindicato revolucionario. Enfocamos en la acción directa. En vez de depender de funcionarios electos u otros representantes, llevamos la pelea directamente a nuestros opresores. Somos pioneros en el actual movimiento obrero, formando sindicatos con obrer@s de comida rápida en Oregon, almacenistas en Minnesota, obrer@s de entretenimiento y hospitalidad en Nueva York, y obrer@s encarcelad@s por todo el país – nombrando sólo algun@s. Nuestros miembros han participado en las vanguardias de resistencia contra la violencia policial y contra el oleoducto “Dakota Access.” Estamos trabajando incansablemente para formar una genuina y realmente representativa organización obrera que pueda fortalecer a la clase obrera, y necesitamos tu apoyo.
Si tienes preguntas sobre exactamente quienes somos y qué hacemos, habla con nosotros. Si estás list@ para organizar y resistir, afíliate con nosotros y te darémos la bienvenida como compañer@ de clase. Es hora de organizar, es hora de contraatacar. Hacemos temerosos de nuestro poder a los racistas, a los fascistas, y a todos que fomentan la intolerancia. Nuestra lucha será larga, será difícil, pero venceremos. Afíliate con El Gran Sindicato hoy mismo, y organicemos juntos en nuestros sitios de trabajo y en nuestras comunidades. Ninguna cosa es demasiado buena para la clase obrera, y queremos todos los bienes que se ofrece la vida.