La frontera sureña con México resultó el chivo expiatorio de todos los males que están aconteciendo en los Estados Unidos durante la campaña para la nominación presidencial de los Republicanos. En todos los debates, sin excepción, los candidatos clavaron su retórica y sus ideas para resolver la crisis fronteriza.
La frontera del sur ha vuelto a ser una frase simbólica que significa, sin distinción significativa, todas las preocupaciones populares sobre el tráfico de narcóticos como fentanilo, de los carteles, de terroristas, de refugiados, de solicitantes de asilo, de trabajadores migrantes sin documentos, del tráfico de personas y de relaciones con China. Mezclando así todos los temas en un gran nudo Gordiano los Republicanos han creado un nudo imposible de desenredar y buscar soluciones prácticas y sostenibles que tengan cualquiera posibilidad de éxito.
Lo que quedó claro en los cuatro debates republicanos es que ningún candidato tiene un plan coherente y legal para normalizar la migración a los Estados Unidos ni tratar de resolver los factores múltiples para la desestabilización de países en las Américas y el Caribe que es el lugar de origen para la mayoría de los migrantes que llegan a la frontera.
La mayoría de las ideas de sus competidores siguen los pasos del Presidente Donald Trump. Hay que recordar sus iniciativas y las consecuencias. Durante su presidencia (2017-2021), Trump usó varias medidas coercitivas para frenar la migración a los Estados Unidos, incluyendo:
- La política de enjuiciar a todos los migrantes detenidos sean migrantes o solicitantes de asilo y por ello separar los niños de sus familiares en detención sin un plan de cómo reunirlos. Separaron 4,227 niños de sus padres con al menos 1,101 niños todavía no reunidos con sus padres hasta hoy, según un grupo gubernamental de trabajo para la reunificación familiar. La amenaza de separación fue usada para asustar a las familias para que no vengan y a consecuencia de esto surgió un aumento de niños y adolescentes cruzando la frontera solos.
- La política de usar el Título 42 para expulsar a gente inmediatamente, sin acceso a un proceso jurídico, como una medida de salud pública a la pandemia de Covid-19. Siguieron utilizando el Título 42 para expulsar a los inmigrantes incluso cuando no tenía sentido científico hacerlo, dada la amplia propagación doméstica del virus.
- Declaró una emergencia nacional para apropiar fondos para la construcción de nuevas paredes en 49 millas de la frontera y un aumento de paredes en 455 millas de la frontera a costo de casi USD$7 mil millones. La apropiación quitó fondos de proyectos de las fuerzas armadas, de operaciones contra narcotraficantes y otros programas públicos.
- Implementó una política de “Quedarse en México” que significaba que todos los declarantes de asilo no podían entrar a los Estados Unidos, que dejó a muchos vulnerables a elementos criminales en la frontera de México y los EEUU.
- Firmó un acuerdo con los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador en 2019 para designar a los tres países como “países seguros” para que los EEUU pueda deportar a migrantes allí sin violar el convenio internacional de refugiados. En realidad, los tres países tienen la tasa de homicidios más alta en las Américas a causa de violencia de maras, narcotráfico, y femicidio. Solamente Guatemala recibió 700 migrantes deportados, pero ellos se fueron de Guatemala a causa de la alta inseguridad del país y su desconfianza en el gobierno.
Con tantas políticas fracasadas combinado con violaciones de derechos humanos y de las leyes internacionales y domésticas de migración, con las duras consecuencias para los migrantes y sus familiares, parece obvio que se necesitaría buscar otras soluciones.
En el caso de los republicanos, no hay mucho que pensar. Las soluciones propuestas por los candidatos Republicanos siguen siendo las mismas soluciones de Trump o sean aún más extremas e impracticables o moralmente discutibles.
En el último debate en Iowa, el gobernador de Florida Ron DeSantis, y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley siguieron los pasos de Trump.
DeSantis prometió construir la pared fronteriza que no terminó Trump. “Si el muro está ahí, es un hecho físico de la vida. Y es un paso enorme hacia la restauración de la soberanía de este país.” Su plan de financiamiento es imponer un impuesto en los envíos de fondos de las familias estadounidenses que están apoyando a sus familias en América Central, el Caribe y América del Sur. En efecto, su plan financiero es explotar a los trabajadores leales a sus familias en la extranjera sin distinción cualquiera.
DeSantis siguió con la estrategia republicana de deshumanizar a los migrantes. Intentó asociar a solicitantes de asilo y migrantes sin documentos con el tráfico de drogas, llamándolos criminales, e insinuando que algunos son terroristas de poderes extranjeros enemigos.
“Si nos fijamos ahora en la frontera, estos son hombres en edad militar, muchos de ellos, y vienen de todo el mundo, no sólo de Centroamérica. De hecho, los hay de China, Irán, Rusia y Medio Oriente. Esta es una bomba de tiempo para este país. Por supuesto, habrá células terroristas que han entrado. Es la forma más económica de poder dañar a este país. Simplemente envíe gente a través de la frontera sur.”
“Es una falta de respeto cuando la gente viene a este país ilegalmente e impone cargas a nuestras comunidades y trafica drogas a este país.”
Nikki Haley prometió imponer de una manera obligatoria y universal E-Verify, un sistema que los empleadores usan para verificar que sus empleados tienen documentos para trabajar en los Estados Unidos. Curiosamente, Haley no dijo que E-Verify ya ha existido desde 2007 y es usado voluntariamente por más de un millón de empleadores.
En el mismo rumbo de imponer sus ideas por fuerza, Haley prometió de terminar fondos federales recibidos por las “ciudades santuario” en los estados de California, Colorado, Connecticut, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Utah, Vermont, y Washington. “Tenemos que retirar fondos a las ciudades santuario de una vez por todas, no más refugios seguros para inmigrantes ilegales.” También propuso emplear 25,000 más oficiales de la patrulla fronteriza y la agencia de deportación, ICE. Tal solución, tirar más dinero a las fuerzas de coerción fronteriza, es lo mismo que lo que está haciendo el Presidente Joe Biden en este momento.
De nuevo, es importante ver lo que no dicen los candidatos. Ningún candidato reconoció que los Estados Unidos está en crisis a causa de la falta de mano de obra. Necesita inmigrantes y trabajadores para que su economía funcione. Ningún candidato habló de cómo integrar a los migrantes a la sociedad americana.
La respuesta en el debate de Iowa fue que no habrá ninguna amnistía como lo acordó el Presidente Republicano Ronald Reagan en 1986.
Hay una incapacidad o una falta de voluntad de tratar con los orígenes de la crisis migratoria en las Américas. Parece que no quieren hablar de una solución legislativa a la crisis de migración en los Estados Unidos. Para los republicanos, ganar control absoluto de la frontera es la precondición para el debate sobre soluciones legislativas. Nadie reconoce que el problema nunca se ha solucionado así en los últimos 50 años. Quizás es porque no pueden ni imaginar que exista otra solución que no sea la coerción del estado?
Foto de Romel Jacinto, 37 °C is licensed under CC BY-SA 2.0.
Las opiniones expresadas en el contenido de este sitio web y sus otros medios sociales no representan la política ni la opinión oficial del sindicato.