J. Pierce y Carlos M.
La tarea principal de un organizador sindical es formar a otros para que sean organizadores y crear así una cadena. Necesitamos más líderes de la clase obrera y la manera de hacerlo es enseñarnos unos a otros constantemente.
J. Pierce y Carlos M.
La tarea principal de un organizador sindical es formar a otros para que sean organizadores y crear así una cadena. Necesitamos más líderes de la clase obrera y la manera de hacerlo es enseñarnos unos a otros constantemente.
Brandon Oliver
Dos importantes campañas del IWW están dirigidas contra los abusos de las empresas el día de Acción de Gracias. Esta es una fecha de enormes ventas y grandes beneficios para el capitalismo en EE. UU., pero también un día en que los trabajadores desean pasar más tiempo con sus familias y menos horas en el trabajo.
Empleados de Whole Foods en San Francisco informaron a la empresa de su afiliación al IWW y presentaron una serie de demandas laborales el 6 de noviembre. Un grupo de 30 trabajadores dejaron sus puestos y entregaron sus demandas a la dirección de la empresa en nombre del sindicato, entre ellas una subida de 5 dólares por hora para todos los empleados. Cualquiera que haya trabajado en Whole Foods sabe que esta compañía ejerce un control excesivo sobre los trabajadores para aumentar la productividad laboral, incluso más que otras cadenas de supermercados. Así, dejar de trabajar para entregar sus demandas debió ser un acto de valor para los empleados que lo hicieron.
Pañuelos Rojos
Las reformas neoliberales en México, aplicadas en muchas partes del mundo bajo los auspicios del FMI, la OMC y el BM, son reestructuraciones del contrato mediador entre las élites y la clase trabajadora en forma de nuevas leyes, reformas a la Constitución, nuevas formas reguladas de explotación, etc.
Se intenta dar una nueva vuelta de tuerca que legitime la dominación con un pacto reformado para garantizar un modo de gobernar y gestionar la crisis en un entorno globalizado y multipolar. La finalidad es asegurar las ganancias y la acumulación de riqueza sin importar desposeer y contribuir a la precarización de millones de personas, ni llevarnos a un inminente colapso ambiental.
Esto debe ocupar a los libertarios de todas las tendencias, debe hacernos pensar sobre lo que sucede, incluso poner en entredicho si nuestros métodos organizativos y formas de lucha son suficientes para provocar una transformación, o si por el contrario estos no se han convertido en instrumentos de la política de los poderosos.
De antemano debemos establecer que, siendo nuestra finalidad anárquica y antiautoritaria, contra el Estado y en favor de la autonomía, hemos de plantear la organización e intervención en términos de independencia y respeto de la autonomía de cada grupo.
Comprendiendo que el régimen social capitalista no es el mismo de hace cien años, que en esta etapa posindustrial y globalizada este se organiza como una red y está cada vez más descentralizado, debemos transformar las formas de organizarnos y aceptar que luchamos en desigualdad de condiciones y que incluso vamos perdiendo.
Si el capital multinacional es hegemónico y deja la función policial y militar a los Gobiernos nacionales y la manipulación mental a los medios de comunicación masivos e internacionalizados, si el Estado-capital solo se reestructura reproduciéndose en el espacio, entonces las redes de dominación impregnan toda la vida social.