Hoy presentamos la tercera y última sección del folleto “El Gran Sindicato”, originalmente publicado en 1919.
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LAS NORMAS PRÁCTICAS DEL IWW
El propósito del IWW es establecer la democracia en la vida diaria de nuestro trabajo, y en toda la economía. Sus normas prácticas están dirigidas hacia ese objetivo, y son esenciales para su logro. Están determinadas por dos principios básicos: solidaridad, y democracia en el sindicato. Es necesario evitar cualquier práctica que interfiera con la unidad de nuestra clase, y es igualmente necesario asegurarse que el sindicato no dirige a sus miembros, sino que ellos dirigen al sindicato.
Dejar a la democracia fuera de tal organización como la que el IWW está construyendo lo dejaría abierto a ser una parte del fascismo u otros grupos políticos autoritarios, y una descapacitación enorme de la fuerza trabajadora. Líderes autoritarios alrededor del mundo y a través de la historia encontraron necesario agrupar a la clase trabajadora en organizaciones de ese tipo. El poder del Gran Sindicato debe ser protegido por nosotros, no sobre nosotros.
Como protección contra cualquier grupo interno dirigiendo el sindicato para sus fines, se han creado las siguientes garantías:
1. Ningún oficial es elegido por más de un año.
2. Ningún oficial puede ser elegido por más de tres términos sucesivos.
3. Todos los oficiales son elegidos en un referéndum, en el cual todos los miembros representados pueden votar-todos los miembros en las ramas laborales votan a los oficiales de las ramas del sindicato que los une; todos los miembros de la industria votan a los oficiales en la rama industrial; y todos los miembros del IWW votan a los oficiales de la organización general.
4. Todos los oficiales están sujetos a una re-elección con un voto mayoritario.
5. La votación, no la nominación individual, es la norma uniforme.
2. Las cuotas no son colectadas por los jefes
Los métodos de empresa en el sindicato son un seguro más de democracia. “El poder del monedero” debe mantenerse en manos de los miembros tanto para colectar las cuotas como para controlar los gastos.
El IWW no acepta el sistema de cuotas “Checkoff,” donde los jefes actúan como banqueros del sindicato colectando las cuotas de los salarios de los trabajadores y dándolas después a los oficiales del sindicato. Creemos que este sistema está en conflicto con el control directo de los miembros y sus representantes.
Esto refuerza la idea (que a los empresarios les gustaría promover) de que las cotizaciones al sindicato solo son otra desagradable deducción de impuestos del cheque final. Hace que el sindicato se vea más bien como algo externo (como un abogado) que alquilamos, en vez de nuestra propia organización en la que participamos y la cual controlamos. Además, ello involucra empresarios en relaciones internas del sindicato en las que nada tienen que ver.
Si los tesoreros reciben un cheque de la compañía con cuotas recogidas por ese sistema, pueden estar más preocupados por el bienestar de la compañía que el bienestar de sus miembros. Con esos ingresos podrían pagar a amigos para controlar las reuniones del sindicato, y así ellos mantenerse en el poder dirigiendo el sindicato como una agencia de recogida de cuotas únicamente, en el interés de la compañía y de ellos mismos.
Por el otro lado, donde este sistema no existe, la manera cómo las cuotas se pagan son una indicación directa de la satisfacción de los miembros (o poca satisfacción) con sus representantes. Los oficiales del sindicato que no quieren escuchar a los miembros, o que no quieren servirlos, frecuentemente desean ese sistema de recogida de cuotas. Entonces, si hacen algo que no les gusta a los miembros, no tienen que afrontar cuotas atrasadas. La recogida directa de las cuotas establece mucho más contacto entre los oficiales y los miembros. Por estas razones el IWW no acepta el sistema mencionado (check-off).
En vez de eso el IWW ha diseñado un sistema simple y conveniente para la colecta de cuotas por los delegados en el trabajo — un sistema que es a prueba de estafa manejando los fondos y que permite a los comités y ramas del trabajo saber la actualización de cuotas de cada miembro en el trabajo. Todos los delegados y oficiales deben hacer un informe en la reunión de su rama. Sus cuentas serán revisadas por un comité escogido en cada reunión. Con esta práctica es necesario manejar las cuentas a satisfacción de los miembros. No se podrá evitar un control de cuentas a no ser que los cotizados lo aprueben con un referéndum.
3. No al control de unos pocos
Estas provisiones constitucionales y métodos para mantener la democracia del sindicato están reforzadas por la eliminación de todos los motivos que podrían llevar a un control del sindicato por parte de unos pocos. Esto se lleva a término con estás garantías adicionales:
1. No habrá ninguna ganancia financiera en el control de unos pocos porque la paga de los oficiales no debe sobrepasar la paga media de los trabajadores que ellos representan, y un eficiente mantenimiento de los récords y una rígida y honesta contabilidad se refuerzan con comprobantes financieros cada mes y anualmente, todos son revisados. Se prohíben las cuentas de “Gastos generales.”
2. No se dan más poderes a los oficiales excepto aquellos que se necesiten para llevar a cabo las instrucciones de los miembros. Las huelgas no pueden ser canceladas por los oficiales. Esto solamente lo pueden hacer los miembros afectados. Los acuerdos solo se pueden negociar con comités de los trabajadores afectados. Miembros del comité y oficiales del sindicato no están permitidos negociar con los empresarios a no ser que sea en presencia del comité.
3. Grupos políticos o similares que buscan el control del sindicato para malbaratar sus facilidades, recursos, o reputación para sus propios fines no pueden hacerlo debido A las normas apolíticas que han adoptado nuestras filas para asegurar nuestra unión.
4. No hay políticas en este sindicato
El sindicalismo consistente en no expresar preferencia por ninguna religión o un partido político o un candidato sobre otro. Estas no son cuestiones para el sindicato, y deben ser acordadas por cada miembro acorde con su conciencia personal. El sindicato está formado para alcanzar y reforzar decisiones sobre asuntos sindicales. Su poder para actuar se destruiría con el desvío de recursos hacia campañas políticas.
Así que todos los trabajadores sin importar su religión o preferencia política pueden unirse para conseguir todos los beneficios posibles de su trabajo, el IWW debe ser apolítico y no religioso. Deja a sus miembros preocuparse por estos asuntos si lo creen conveniente, y con la adicional consciencia social, respeto al prójimo, y general aprendizaje que se derive de su actividad sindical.
Esto no significa que el IWW es indiferente a las grandes cuestiones sociales y económicas del día. Más bien lo contrario. Creemos que el IWW provee las soluciones prácticas a estas preguntas. Cuando la industria del mundo sea dirigida por los trabajadores para su propio bienestar, no vemos posibilidad para los problemas del paro, la guerra, el conflicto social, el crimen a gran escala, o cualquiera de los serios problemas sociales que continúan.
Con el tipo de organización que el IWW está construyendo, la fuerza trabajadora puede ejercer la presión requerida para acabar las absurdidades de los políticos y más constructivamente conseguir a través de la acción directa lo que tan frecuentemente ha fallado a través de la presión sobre los políticos.
5. Acción en el trabajo y legislación
Por ejemplo, como trabajadores y miembros de comunidades, queremos que el almacenamiento de aceite y plantas químicas sea en sitios seguros, lejos de dónde nuestros compañeros trabajadores viven. Un método es intentar tener leyes, y después intentar que se cumplan.
Mucho más simple, mucho más seguro, y ciertamente de mucha más efectividad capacitándonos para resolver nuestros problemas, sería si rechazáramos la construcción en lo que consideramos sitos inseguros, y negarnos a trabajar en plantas que ponen en peligro a cualquier comunidad. Las leyes están basadas en la práctica actual. Es mejor que la fuerza laboral se preocupe de sí misma controlando la práctica actual; eso facilita que se pasen leyes beneficiosas dificulta que se pasen leyes dañinas. Los que hacen las leyes se preocupan por los poderosos en la sociedad.
El Gran Sindicato da poder a la clase trabajadora. Cuando la clase trabajadora esté organizada adecuadamente, los que hacen leyes se preocuparán por ella. Si no lo están, les dará lo mismo, lo que ocurra desde entonces es lo que la clase trabajadora organizada decida.
Para unir a la clase trabajadora industrialmente, es desde luego necesario evitar prácticas cómo altas cuotas al sindicato, libros de cuentas cerrados, discriminación racial, política o religiosa.
Lo que se necesita es el Gran Sindicato para todos los trabajadores, sin importar cuál sea su lengua, creencias, o color de piel. En el sindicato todos somos iguales porque todos somos utilizados igualmente por el mismo sistema. Lo que la mayoría decide sobre cualquier materia industrial es la decisión que debemos apoyar. Por está razón esta fuera de orden intentar llegar a decisiones no relatadas a la industria.
Los principios en que se basan estas normas son la solidaridad y la democracia dentro del sindicato. Otro aspecto de los dos principios es efectividad y eficiencia. Nuestra efectividad se consigue con nuestra fuerza unida. Se mide únicamente por lo que podemos hacer. Nuestra eficiencia se mide po rla relación de nuestras ganancias al coste de conseguirlas, sea en tiempo, dinero, problema, u otros sacrificios que frecuentemente la fuerza trabajadora debe hacer. Aplastar una mosca con un martillo es sin duda efectivo, pero muy poco eficiente. Queremos la máxima ganancia al mínimo costo.
Que el IWW es eficiente está bien comprobado por el hecho de que aún siendo relativamente un número pequeño ha conseguido desproporcionadas ganancias para la clase trabajadora. Su eficiencia se consigue con su democracia, y su control por los miembros. Hay un mito que la democracia es ineficiente. La experiencia sindical lo desmiente.
En primer lugar, para conseguir los resultados que queremos,tenemos que apuntar a ellos. Dejar a la directiva del sindicato en manos diferentes a la de los miembros sería cómo intentar cortar madera con otra persona agarrando el mango del hacha.
En segundo lugar, cuantos más miembros tengán algo que decir sobre los asuntos del sindicato, y cuanto más directamente velemos por los asuntos del sindicato nosotros mismos, más grande será la fuerza. Nosotros no ganamos nuestras luchas únicamente pagando cuotas a un tesorero del sindicato. El dinero sólo puede pagar parte delas facilidades. Lo que hace funcionar al sindicato es el esfuerzo y entusiasmo de sus miembros-algo que no se puede comprar.
Es la participación directa en los asuntos del sindicato, y el sistema de manejarlos por delegados escogidos en el trabajo y comités de trabajo, más que por oficiales en jornada completa o agentes de negocios, lo que desarrolla las capacidades de los miembros. Ello hace al IWW una fuerza con la cuál podemos organizar nuestro propio futuro.
Y tercero, la propia dependencia en autonomía de las partes componentes del IWW es lo que va con este control, que nos permite manejar problemas de forma más conveniente y por el camino menos costoso. Este sindicato esta construido como una mano, cada parte de la cuál se puede mover separadamente, pero todas las partes se pueden convertir instantemente en un efectivo puño cerrado.
El control directo de los asuntos del sindicato está reflejado en la acción directa en el trabajo por la que el IWW es famoso. Hace muchos años el IWW modernizó la industria de la madera en la costa oeste de los Estados Unidos y Canadá. Nuestros miembros establecieron el día de ocho horas sonando su propio silbato al final de las ocho horas y abandonando el trabajo en lugar de continuar por las dos o cuatro horas adicionales que los jefes esperaban. Algunos trabajadores fueron despedidos, pero los próximos trabajadores contratados también sonaban su silbato, hasta que el día de ocho horas empezó a ser una práctica establecida. (Más tarde se pasó cómo ley.)
La vieja práctica era dormir en literas con sábanas sucias, y los trabajadores tenían que llevar su propia manta cuando buscaban trabajo. Los trabajadores de la madera organizados con el IWW hicieron hogueras con las literas y las sábanas, y les dijeron a las compañías que si querían trabajadores tendrían que proveer camas, con colchones, sábanas y mantas limpias.
A veces las huelgas largas son inevitables; pero el IWW las evita tanto como puede. Preferimos huelgas de corto plazo en la fecha precisa para sacar el máximo provecho; para conseguir los mismos resultados o mejores al menor coste para nosotros. ¿Porqué deberíamos irnos si la compañía no accede a deshacerse de un supervisor que nos pone en peligro? ¿Porqué no tener a los trabajadores bajo ese supervisor escogiendo a alguien entre ellos que tiene más confianza para dirigir mejor el trabajo, llevando a cabo así las instrucciones de su propio delegado y no las instrucciones del supervisor que haya escogido la compañía?
Con el apoyo de los trabajadores en el trabajo esto normalmente puede hacerse. ¿Porqué irse si un compañero ha sido despedido? No nos cuesta nada y le cuesta mucho a la compañía si vamos a trabajar expresando en la manera de trabajar cómo nos sentimos por ese tratamiento.
La lógica de la acción directa es bastante simple. Si paramos de hacer lo que nos han dicho y empezamos a hacer lo que decidamos colectivamente, no hay mucho que nos pueda detener. El IWW espera construir un mundo decente de esta simple manera.
Brevemente, estas son algunas de las políticas que el IWW ha encontrado mejores, en su amplia y variada experiencia luchando en la industria desde que empezó en 1905. De las experiencias de los numerosos miembros que lo han construido y mantenido el IWW es capaz de ofrecer a la clase trabajadora un plan industrial de organización racional, unos cuantos principios de confianza, un cuerpo de normas y un método de estrategia y tácticas que aseguran el triunfo. Asegura el triunfo no solamente en la lucha ordinaria para mejores salarios y condiciones, sino también en la lucha para establecer un ordén social sano.
En una huelga textil del IWW organizada en Lawrence, Massachusetts, algunas de las mujeres huelguistas llevaban una pancarta diciendo “¡Queremos pan y rosas también!” Cuándo el IWW dice que quiere más de las cosas buenas de la vida, no estamos hablando de que los jefes vengan con un poco más de dinero-queremos una vida mejor aquí y ahora, la nueva sociedad en la concha de la vieja.
Un mundo sano dirigido por productores del bien común es un principio que debería conseguirse y puede conseguirse. El IWW puede construir el tipo de fuerza trabajadora para conseguir esto. Hay sólo un problema grande en el mundo: una clase trabajadora demasiado desorganizada para su propio bien. El IWW tiene la solución a ese problema. Es una desgracia ser parte del problema; es un honor ser parte de la solución. Depende de ti hacer tu parte.
Si tu trabajo está desorganizado, ponte en contacto con el IWW y nosotros te ayudaremos a tí y tus compañeros a organizarnos. Mientras tú estás luchando por menos horas, salarios mas altos, mejores condiciones de trabajo, y procedimientos democráticos de resolución de conflictos, tú también tendrás la satisfacción de construir un mundo mejor y ayudar en los problemas de los trabajadores.
Si tú ya perteneces a otro sindicato aún puedes tomar tu sitio en el movimiento del Gran Sindicato. Muchos miembros del IWW también pertenecen a otros sindicatos. Ellos pertenecen al IWW porqué sino se añadirían a los problemas de la clase trabajadora y no a la solución, y ellos creen que la afiliación al IWW ofrece soluciones más completas y una inspiración mayor. Y ellos están entre los miembros más militantes de los otros sindicatos. La preocupación del IWW por la solidaridad y la democracia sindicalista es una garantía satisfactoria contra cualquier miedo de que su preferencia por el IWW los llevará a buscar el control o la perturbación de otros sindicatos.
El IWW pide a sus miembros que continúen en el sindicato independientemente de el trabajo al que vayan. Les pide que cojan ideas y políticas con las que pueden ser más útiles como miembros. Les pide que quieran y sean capaces de explicar esas ideas a otros trabajadores, y que vigilen por cada oportunidad posible para que este sindicato crezca y sea de más servicio para sus compañeros trabajadores en su propio puesto de trabajo y otros.
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– Enlace: el folleto entero
Trabajadores Industriales del Mundo: somos un sindicato abierto a todes les trabajadores, en todas partes. Nos organizamos en el trabajo y en nuestras industrias. Luchamos por mejores condiciones y para reemplazar el capitalismo con una democracia económica.
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