Por: Sindicato Oficios Varios – Santiago de Chile (Agosto 2020)
Una de las mayores diferencias que existen hoy en día entre las personas que habitamos en el mundo, y que de alguna forma u otra nos determina, es la cantidad de dinero que poseemos. Es el dinero mismo como materia física y metafísica la que reproduce esta diferencia tan determinante y que incluso, en algunas personas, los condiciona vitalmente a vivir una vida digna o indigna. El dinero, la moneda, se ha convertido en una necesidad vital, más vital que la comida (aunque el billete no se coma), pues para obtener comida se necesita dinero; una paradoja contradictoria y bastante decadente de la modernidad.
En Chile, una ley del Estado como muchas otras, otorgará dinero a las personas, sin embargo, esta ley a diferencia de otras, les otorgará a las chilenas y chilenos un dinero que por derecho les pertenece hace mucho tiempo, el cual, fue robado durante una dictadura milico-estatal a caballo de crea una nueva elite burguesa que pudiera administrar el país, ¿Quiénes fueron los ladrones? Esta misma elite burguesa creada por Pinochet y fundamentada en los Chicago Boys con su paradigma neoliberal ¿Qué se hizo? con este robo la dictadura milico-estatal consolidó las jerarquías económicas que hoy nos gobiernan (por ejemplo: la familia Piñera), pero peor aún, las consolidó con dineros que le pertenecían al pueblo. Hoy en día está en boga el retiro del 10 por ciento de las Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP) creadas en 1980 por el hermano del presidente actual en Chile; sí existe una manera de demostrar la profunda determinación que significa el dinero en sí mismo para las personas, es este acontecimiento. Este acontecimiento nos demuestra dos cosas principalmente: uno, la necesidad vital que significa el dinero en las personas para mantener una vida digna, cómoda y sin grandes penurias, y dos, la diferencia entre los que tienen más y los que tienen menos, pero incluso peor: ¡los que tienen más poseen más porque tienen nuestro dinero invertido en otros lugares, es decir, son ricos a costa de nosotros y por eso nos gobiernan ya sea política o económicamente!
Como anarquistas planteamos que el dinero debe ser abolido pues es inaudito que una especulación determine nuestra condición humana y no nos permita vivir de una forma digna. La única forma de abolir el dinero es haciéndolo desde una batalla cultural, pues sin eliminar ese pensamiento capital-individualista, aunque el dinero sea abolido la miseria seguirá existiendo al igual que el egoísmo y la propiedad privada, factores que hoy se contradicen con el amor que promueve la anarquía; naturalizada en el bienestar humano de las personas. No obstante, tampoco somos ciegos hacia lo que sucede en nuestro entorno y sabemos que el dinero de las AFP ni siquiera les debería pertenecer a privados y menos aún al Estado, el fondo de pensiones que antes pertenecía a las mutuales de socorros mutuos y mancomunales, es decir, organizaciones obreras, luego de la imposición del código del trabajo en 1931 durante el periodo dictatorial de Carlo Ibáñez del Campo pasaron a manos del Estado de Chile, el cual, luego de cuantiosas reformas, hasta el día de hoy ha llegado a privatizar este dinero. Como anarquistas planteamos que las AFP deberían dejar de existir y el dinero pasar manos de los trabajadores y estudiantes del país, ya que, el dinero no es de privados, sino que de la misma gente que a través de su sacrificio impuesto por una economía capitalista ha tenido que llevar a cabo durante toda su vida, menos aún deberían decidir los políticos que no nos representan lo que se hace con ese dinero y no deberíamos agradecerles a ellos que nos entreguen migajas que se convierten en nuestra seudo-riqueza con olor a hambre, adquisición y consumo.
Lo que hoy en día está haciendo el Estado de Chile es algo que debió hacer hace mucho tiempo, pero no nos engañemos, todos y todas sabemos que esto no eliminará la jerarquía económica ya impuesta y creada con nuestros dineros, pues para los dueños de las AFP, y todo su monopolio cíclico, esto no será más que una crisis financiera que con el tiempo mejorará gracias a nuestro trabajo, por lo tanto, nos seguirán explotando y mintiendo como lo hacen hoy. Como anarquistas no nos dejamos engañar y sabemos que la historia rosada marcará esta ley como un paso a una vida más justa y digna, pero la historia negra, marcada por la inhumanidad de la verdad, marcará esta ley como lo que es: la mancha más inmunda del Estado chileno presidido por su jerarquía económica que, sometida al imperio de la ley y la especulación monetaria, degrada la humanidad de todos y todas, esclavizándonos obligatoriamente al dinero por hambre. Por último, es verdad que para cualquier ideología la realidad es implacable, pero es mejor darse cuenta como estamos sometidos a creer que somos libres.
“Libertad política sin igualdad económica es una pretensión, un fraude, una mentira; y los trabajadores no quieren mentiras.” Mijaíl Bakunin.
¡Qué viva la anarquía; amor solidaridad y fraternidad!