Por M. Jones y MK
“Para construir la nueva sociedad, se necesita a gente nueva, y la gente sólo puede transformarse en la actividad.” – Martin Glaberman, Trabajo y conciencia de clase obrera.
El 20 de marzo, 2004. En el transcurso de un año se había desarrollado un compañerismo fuerte entre todo un grupo de cargadores de UPS (United Parcel Service). Ellos tenían poder en el trabajo, y lo utilizaban abiertamente al negarse a trabajar a la velocidad exigida por los jefes. La empresa contrató a un nuevo trabajador y la gestión intentó todo lo posible para aislarlo del grupo activista. Cuando este trabajador desafió a la gestión y se alineó con el resto de los trabajadores, trabajando a su ritmo, llamando a la gestión “camisas azules” y pasando sus descansos con otros obreros militantes, la gestión puso aún más presión sobre él, obligándole a cambiar su rutina y trabajar más rápido o perdería su trabajo. Sus compañeros de trabajo respondieron una mañana después de un descanso cuando se negaron a volver a trabajar hasta que un cierto “camisa azul”, el principal responsable de la presión ejercida sobre el nuevo trabajador, fuera sacado de la línea. Fue un enfrentamiento y la tensión se subió porque ninguno de ellos jamás había estado involucrado en algo así. Ganaron su demanda, los patrones sacaron el gerente de la línea, y amenazaron a los trabajadores con despidos si ellos intentaban algo así otra vez. En el próximo año todos comenzaron a dejar el trabajo, a cambiar trabajos, a pasar a otros turnos en UPS o a otros departamentos.
Aproximadamente un año y medio después de la acción, dos amigos del trabajo de UPS se visitan por primera vez hace rato. Charlando con una cerveza en mano, uno de los dos ya había dejado de trabajar en UPS, pero el otro seguía allá. El segundo contó cómo él mencionaba la historia cada vez que veía a su antiguo gerente despreciado, cómo la cara de esa “camisa azul” se volvía rojo y se iba muy enojado. Nostálgicos del viejo equipo y su acción audaz en el trabajo, el trabajador que se había ido de UPS llamó a otro ex-compañero de trabajo. Él también expresó su orgullo por el desafío al jefe y agregó que esperaba con ansiedad la próxima vez que podía demostrar a los gerentes quien estaba realmente a cargo. Aunque los que ganaron ya se había ido hace mucho, la memoria y la experiencia todavía persistían en los trabajadores que guardaban el deseo de actuar próxima vez que tenían la fuerza.
El 17 de mayo, 2006. Los Mensajeros de Arrow Messenger Service en Chicago se reúnen para una fiesta especial de aniversario en la casa de un compañero de trabajo. Hace exactamente un año, en la tarde de un jueves muy atareado, todos habían apagado sus radios mensajeros usadas para comunicarse con su despachador. Después de haber pasado por tres sesiones de negociación infructuosas con la empresa, ésta era su forma de mostrar Arrow Messenger Service que si los patrones no cedían a los términos de los trabajadores, la empresa no podría operar. Después de una batalla durante el mes siguiente, la empresa accedió a las demandas de los trabajadores.
Mientras se reúnen en la fiesta, dan pequeños discursos borrachos y rememoran la lucha interminable del año pasado, sólo tres o cuatro de ellos – de los veinte – siguen trabajando en la empresa. Varios fueron despedidos durante la campaña, otros renunciaron por frustración, y otros simplemente decidieron cambiar de trabajo. No queda casi ningún nivel de organización en la empresa y actualmente casi no se lucha contra los patrones. En otro año el sindicato se habrá perdido completamente en Arrow y qué será de los logros alcanzados en el invierno 2005 es una incógnita.
Pero una cosa está clara: ninguno de esos trabajadores hubiera cambiado nada. Para algunos fue su mejor experiencia en el trabajo. Hay consenso en que todo el asunto era una experiencia transformadora. Trabajo de mierda ya no es algo que sólo se debe soportar. Puede ser resistida colectivamente.
A primera vista uno puede mirar estas escaramuzas en el trabajo y ver la derrota. Las conquistas se erosionaron, y no se construyó ninguna organización persistente. Pero a través de la lucha producimos más que mejores o peores condiciones de trabajo, más que quejas resueltas o no resueltas, más que un sindicato o ningún sindicato. Producimos nuevos tipos de personas. Una parte importante de organizarnos es el cambio en nuestra conciencia. Es por esto que nuestras tácticas son tan importantes. Este tipo de cambio de perspectiva no sucede a través de una campaña electoral de la JNRT (Junta Nacional de Relaciones del Trabajo De Los Estados Unidos). La acción directa, donde los propios trabajadores hacen el cambio, da la sensación de poder a nosotros los trabajadores. La mayoría de los miembros de nuestra clase no conocen la sensación de poder, pero una vez que se arma es mucho más difícil empujarlo bajo la superficie.
Cuando nosotros los trabajadores actuamos como grupo hacemos una declaración a cada compañero de trabajo en cuestión. Esta declaración es clara, estoy dispuesto a respaldarte aquí si estás aquí para respaldarme a mí también. Quizás ganemos esta pelea, o quizás perdamos, pero esa afirmación siempre se queda con nosotros. Resuena con nosotros mientras avanzamos por nuestras vidas. Cuando nos organizamos y cuando tomamos una acción que efectivamente desafía a nuestro jefe, tenemos el poder para exigir los cambios que queremos. Esta es la clave para entender por qué este tipo de acción cambia nuestras vidas. En la historia de UPS, los trabajadores se pusieron de pie y se arriesgaron por otro trabajador. En la historia de Arrow, los trabajadores tomaron medidas para fortalecer su posición y dejar en claro un punto: estamos unidos y sin NOSOTROS los patrones no tienen una empresa. Cuando nos arriesgamos uno por el otro, nadie se olvida de lo que es posible después.
El concepto de producir organizadores en una empresa que después se dispersen a otras empresas se ha convertido en un lema para algunos organizadores del IWW en los esfuerzos de organizar toda una industria, y el concepto es bueno, pero hay algo más que eso. No todo el mundo va a convertirse en uno de los organizadores, pero todo el mundo va a tener que evaluar la lucha por la cual pasaron y sacar conclusiones para sus propias vidas. Cuando el polvo se asiente de nuestra acción, como lo hace inevitablemente, nos quedamos a considerar lo que sucedió. Hemos visto el poder que tenemos como trabajadores, un poder desconocido antes. Puede que no se nos ocurra inmediatamente pero con cualquier cambio importante en nuestras vidas hay una resonancia – un ruido blanco que no desaparece. Podría ser un mes más tarde y que podríamos estar en el mismo puesto de trabajo, o un año más tarde y podríamos haber cambiado de trabajo dos veces ya, pero vamos a recordar. Y cuando tenemos la oportunidad, nos alineamos con, o tal vez incluso guiamos, un esfuerzo para organizar y luchar contra el patrón. Esta vez lo hacemos con menos vacilación que antes, tal vez con más visión de futuro y con más vigor, porque ahora sabemos exactamente lo que significa.
Lo esencial es esto: nuestra organización debe tener como subproducto un nuevo aumento en la disposición de los trabajadores para resistir – un aumento en nuestra propensión a actuar con nuestros impulsos para resistir a los jefes – incluso si la resistencia es individual. Este es el resultado revolucionario. Esto sentará las bases para la organización futura, en esta industria e otros. “Organizar al trabajador no el trabajo” como decimos en este sindicato, es crear gradualmente nuevos tipos de personas, las personas que tienen más probabilidades de dejar de rodar y jamás tomar la mierda el patrón les tira.
Las inundaciones de Missoula eran enormes eventos que cambiaron el paisaje durante la última edad de hielo, algunos de los cuales descargaron 2,6 millones de galones de agua cada segundo, pero sólo fueron posibles por las pequeñas rupturas rápidas de la presa de hielo en el río Clark Ford. Rupturas pequeñas provocaron rupturas más grandes que juntas lentamente debilitaron la presa. En el IWW, nuestros comités de trabajo, nuestras campañas, y nuestras luchas con el patrón han roto la producción, sólo para ver a las empresas volver a los mismos negocios. Pero las verdaderas rupturas son los individuos modificados que salen después de estas peleas. Algún día nuestros años de luchas se convertirán estas rupturas en un torrente revolucionario que cambiará para siempre el panorama de la economía mundial.
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Trabajadores Industriales del Mundo: somos un sindicato abierto a todes les trabajadores, en todas partes. Nos organizamos en el trabajo y en nuestras industrias. Luchamos por mejores condiciones y para reemplazar el capitalismo con una democracia económica.
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