Acción directa en Motor City: los trabajadores de los restaurantes se defienden

por Jean-Carl Elliott

Publicado primero en el Industrial Worker, el 10 de junio de 2021.

“Moby Dick” es el nombre clave utilizado por los Trabajadores Industriales del Mundo Detroit para una campaña que ha estado activa en un pequeño restaurante desde 2017. Las condiciones en The Moby Dick probablemente sean familiares para muchos trabajadores de la industria de servicios de alimentos: salarios bajos, salarios estancados, sin beneficios, sin tiempo libre remunerado, sin respeto, alta rotación.

El propietario siempre ha tenido una actitud de no intervención en el restaurante, independientemente de si las ventas están en auge o si toda la operación se está desmoronando. El único problema que preocupaba al propietario era el termostato. Si el propietario llegaba al final de la noche y la temperatura era diferente a la que había ajustado, se enojaba y se embarcaba en una misión para tratar de encontrar a la persona que la había cambiado.


De vez en cuando, el propietario convocaba a todo el personal a una reunión. En una reunión en el 2017, el propietario empezó a hablar de sus preocupaciones con la vestimenta del personal. “No quiero imponer un código de vestimenta ni nada por el estilo,” dijo, “pero no deberían usar franelas ni sudaderas cuando estén trabajando. No se ve profesional.”


“Bueno, hace mucho frío aquí”, dijo uno de los camareros.


“A mí no me parece que haga mucho frío”, respondió el dueño.


Uno de los camareros respondió: “Bueno, eso es porque en realidad no trabajas aquí. Simplemente vienes al final de la noche para recoger nuestros informes al final del día.” Y así, todo el personal le respondió al proprietario con sus quejas, quedando superado 10 a 1.


“Bueno, ¿debería cambiarlo?”, dijo finalmente.


“¡SÍ!”, dijeron todos al unísono.


El propietario se acercó al termostato y preguntó a todos cuál sería una temperatura agradable. Estuvieron de acuerdo en que 68 grados estaría bien, y así, el dueño lo cambió exactamente a lo que le dijeron. Después de la reunión, los trabajadores charlaron sobre ello en su grupo privado de Facebook.
“Qué reunión más absurda, pero al menos conseguimos que cambiara el termostato jajaja,” dijo un trabajador.


“Sí, ¿notas que cuando nos juntamos en su contra finalmente hace lo que le dijimos? ¡Deberíamos hacerlo más a menudo!” dijo otro trabajador.


Confrontar al jefe fue el fósforo que encendió el fuego para comenzar la campaña de los TIM. Uno de los trabajadores ya era miembro del Sindicato Industrial 640 (Trabajadores Unidos de la Alimentación y el Comercio Minorista), y otro había asistido a un Entrenamiento para organizadores 101 de los TIM (OT101). Después del incidente del termostato, el segundo trabajador se inscribió y empezaron a hablar sobre formas de llevar a cabo más acciones colectivas en el trabajo. Se acercaba un día de limpieza de las zonas de acceso para los clientes y el propietario solo pagaba a los camareros su salario con propina ($3.65 por hora) más pizza por realizar el trabajo sin propina. Los trabajadores del Moby Dick decidieron abordar esto colectivamente. Trazaron por dónde entraba el dueño cada noche y dónde se sentaba mientras esperaba que el personal cerrara el restaurante. Decidieron enfrentarlo en ese lugar y rodearlo cuando hicieron sus demandas. Esta táctica se conoce como “Marcha contra el Jefe”. Los dos miembros de los TIM tomaron la iniciativa y pudieron reclutar a más personal para que estuvieran presentes para ello.


El dueño siempre se sentaba en el medio de la barra. Cuando todo estuvo listo, un camarero se le acercó por el frente y otro, por un lado. Le dijeron: “Necesitamos hablar sobre el pago de los días de limpieza. Es ilegal e injusto que nos pague salarios de camarero para limpiar su restaurante. Queremos $9,50 porque ese es el salario mínimo.” El propietario se empezó a defender diciendo que los salarios que pagaba eran los que se acostumbraba. Pero los trabajadores insistieron. “Es ilegal e injusto”, exigieron. Finalmente, superado en número y acorralado, el propietario accedió a pagar 9,50 dólares. Cuando llegó el momento de cobrar por el día de limpieza, el propietario terminó pagando a los trabajadores $10 por hora y los trabajadores, aun así, recibieron pizza.


Después de eso surgieron otras acciones directas. Después de cada acción, los miembros del comité hablaban con otros compañeros de trabajo al respecto. Por su lado, los miembros de los TIM decían: “Hemos recuperado nuestros salarios robados y hemos ganado aumentos porque confrontamos al propietario como grupo. Nos hemos unido a los TIM y hemos pagado cuotas. Las cuotas cubren todo, desde el café y los refrigerios en las reuniones de nuestro comité hasta los costos de impresión de cosas como camisetas y volantes que usamos para las acciones.” Como resultado, más trabajadores se inscribieron y siguieron más acciones.


El propietario de Moby Dick decidió recientemente vender la marca. Ha estado actualizando su presencia en las redes sociales y tratando de tomar otras medidas para que el negocio parezca lo más atractivo posible para el comprador. Uno de los miembros de los TIM, que trabaja como cocinero, recientemente estaba revisando sus redes sociales y vio que el dueño había publicado una oferta de trabajo para un puesto en la cocina. El salario inicial que figuraba era más de un dólar por hora por encima de lo que ganaba el personal de cocina actual. Inmediatamente, tomó una captura de pantalla y se la envió por mensaje al resto de los cocineros.


La inversión salarial fue el punto de quiebre para agitar a los trabajadores de la cocina. La noche siguiente, después del cierre, el equipo de la cocina marchó contra el jefe. Le dijeron al sueño que habían visto el anuncio y exigieron que se les pagara lo que este ofrecía. El dueño fue agarrado tan desprevenido que no supo qué hacer. En una acción directa anterior, los trabajadores repartieron folletos a todos los clientes informándoles del conflicto laboral en el lugar de trabajo. Como resultado, el anuncio colocado por el dueño ya no estaba atrayendo nuevas contrataciones. El dueño sabía que lo peor que le podía pasar mientras intentaba vender la marca sería una nueva disrupción de las operaciones en la empresa. El dueño inmediatamente cedió y le dio a cada uno de los trabajadores de la cocina un aumento inmediato de $1,50.

Jean-Carl es miembro de la sucursal de Detroit y organiza a los trabajadores de restaurantes desde 2012.


Food and Retail Workers United (FRWU) es una agrupación de trabajadores estratégicamente unidos y que hacen parte de las industrias minorista, alimentaria y de servicios. Como miembros de los TIM, compartimos la visión de un gran sindicato para todos los trabajadores que unirá a la clase trabajadora con una solidaridad inigualable. Como miembros del FRWU, juntos encontramos poder y nos organizamos para lograr un cambio real y duradero en nuestras industrias y de toda la sociedad.

Este artículo está escrito en memoria del miembro de IWW X-374427, cocinero de The Moby Dick, que falleció la semana pasada.

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